Luis Marchese: “Se vienen proyectos compartidos por varias empresas”
Titular de la SNMPE analiza perspectivas de la inversión minera y cambios para reactivarla. También se pronuncia sobre Talara.
(El Comercio) Una nueva etapa se viene para el desarrollo del sector minero-energético, advierte Luis Marchese, presidente de la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE): los proyectos medianos y grandes impulsados por varias compañías.
El también country manager de Anglo American ve esta oportunidad en Cajamarca, donde tres megaproyectos están paralizados, y en Quellaveco (Moquegua), en el que la compañía tiene interés. En esta entrevista analiza los cambios propuestos para el sector minero y la situación del petrolero.
- ¿Cómo ha reaccionado el sector minero-energético frente a esta coyuntura de desastres por lluvias?
Hay más de 300 máquinas de miembros de la SNMPE trabajando a nivel nacional en descolmatar ríos y limpiar carreteras. Hay mucha actividad humanitaria también. Como SNMPE, estamos entregando 25 motobombas que nos pidió el Gobierno.
- ¿Para qué concretamente?
Para desaguar Piura, Lambayeque y Tumbes. Ya tenemos unas 15, y las próximas 10 están llegando de EE.UU. en estos días.
- ¿Cuánto afectaron las lluvias al sector minero-energético?
Todavía no tenemos una evaluación. El Gobierno la está haciendo.
- ¿Cuál es la agenda del sector minero para los siguientes años?
Queremos fomentar una nueva generación de proyectos. En general, la industria ya ha hecho suya la idea de que los megaproyectos llevados por una sola empresa han pasado a la historia. Ahora viene una época de proyectos medianos o de proyectos grandes que serán compartidos por varias empresas por el tema de la disminución de riesgos.
- ¿Sería una solución para los megaproyectos paralizados, como los de Cajamarca y para Quellaveco?
Es una opción para Cajamarca en general. Esta región tiene tres proyectos muy grandes: Michiquillay, Galeno y Conga (distantes 15 km entre sí), que están lamentablemente detenidos. Sacar los tres juntos sería la mejor manera de desarrollarlos, pero eso requerirá una distribución de riesgos. Ahora el Gobierno tiene la sartén por el mango porque aún no concesiona Michiquillay.
- Usted ha señalado que Anglo American evalúa participar en la próxima subasta de Michiquillay
Como ya hemos dicho, Quellaveco es el proyecto más atractivo que tenemos dentro de nuestra cartera de commodities. Mi comentario sobre Michiquillay fue porque estamos en el negocio del cobre y siempre vamos a ver todos los proyectos.
- Cuando habla de una nueva generación de proyectos, ¿alude a relanzar los que ya existen o a buscar nuevos desde cero?
De todo un poco. Hay que relanzar la exploración, porque eso nos va a dar nuevos proyectos de aquí a una década. Pero también hay que reflexionar sobre el vacío de proyectos que ha habido en los últimos años. Lo bueno es que todos son yacimientos conocidos. El asunto es cómo los hacemos más atractivos para convertirlos en minas.
- En ese sentido, ¿qué esperan del nuevo reglamento de exploración minera?
Esperamos que tenga más relación con la realidad de la actividad exploratoria. Tiene que reflejar la naturaleza limitada en recursos que hay a disposición del explorador y el tiempo que necesita para hacer su trabajo. Ahora, si una empresa quiere entrar a explorar, demora años. Y eso no tiene que ser así.
- ¿Se está reactivando la exploración de empresas juniors?
Sí, están más activas. No tengo estadísticas, pero si uno busca perforadoras o contratar consultoras se nota que hay más demanda. Eso es bueno. Hay que dar las condiciones para que siga. Hemos pasado un punto de inflexión de la industria.
- ¿Y el fondo de adelanto social planteado por el Gobierno ayudará a este objetivo?
Es una buena idea. El ciclo de vida de los proyectos tiene mucha actividad de campo hasta llegar a la construcción. Y es recién allí cuando empieza a generar ganancias. Pero la fase previa es muy larga. Entonces, un fondo que pueda adelantar los beneficios futuros es una forma de manejar las expectativas positivamente y mejorar la relación empresa-Estado.
- ¿Qué opina de la sentencia que terminó el contrato de exploración y explotación del lote 116 por no realizar consulta previa?
Se firma un contrato en el 2006, sale un contrato en el 2011 y te cancelan un contrato del 2006 que fue regulado en el 2011. Eso manda un pésimo mensaje. Todos debemos apuntar a que haya seguridad jurídica. Esto no debería pasar. Esperamos que se rectifique en el Poder Judicial.
- ¿Qué temor genera en el sector?
En general, la actividad petrolera está muy golpeada y esto ayuda menos. Además, el tema de la consulta previa y la sentencia afecta a todas las actividades económicas. Y la ley fue inespecífica.
- ¿Cómo están implementando la consulta previa en el sector minero y cómo afecta a la exploración futura?
Hay algunas consultas que se han hecho. Hay casos más controversiales que otros. No hay que olvidarse que la consulta previa la hace el Estado, para lo cual se requieren recursos. Se han hecho algunas para la etapa de exploración, pero quedan algunas preguntas abiertas, como a cuántas comunidades tienes que preguntarles y qué tipo de preguntas hay que hacer. No tiene que poner en riesgo la inversión posterior. Recordar que no es un veto. La población tiene que estar bien informada.
- Petro-Perú decidió continuar con la inversión del proyecto de modernización de la refinería de Talara. ¿Cuál es la posición del gremio al respecto?
La modernización de la refinería de Talara partió con un proyecto que atendía una necesidad ambiental: la desulfurización, que defendía la sociedad. Luego, terminó en un proyecto que era la suma de la desulfurización y la ampliación. Estamos de acuerdo con lo primero, no entendemos lo segundo, en un entorno en el que estamos produciendo 40 mil barriles por día. El Gobierno ha hecho un análisis y ha definido que, dado que estamos donde estamos, hay que seguir para adelante y están actuando en ese sentido. Esperamos que estén haciendo lo correcto.
- Se dice que va a costar 1,5% del PBI
Cualquier megaproyecto de US$1.000 millones privado o público tiende a tener desviaciones significativas. Se puede ver en los proyectos mineros, que son privados o carreteras. Tienden a costar más de lo que se planificó. Me preguntó si está en el interés de los peruanos que nuestro Gobierno se ponga a hacer megaproyectos. Hay que pensar si este es el modelo para desarrollar infraestructura. Más aún cuando tienes el Oleoducto Norperuano, que es un proyecto de menos riesgo, que tiene una ruta conocida.