Haciendo minería en un país petrolero: el caso de Lundin Gold en Ecuador
Lundin Gold se ha visto en la necesidad de realizar diversas iniciativas de capacitación, con el fin de contar con el personal necesario para desarrollar su proyecto Fruta del Norte.
Cuando Lundin Gold llegó a Ecuador el año 2015 con miras a desarrollar su proyecto Fruta del Norte, realizó una revisión a nivel país de la oferta educativa, tanto en universidades como en centros técnicos, de carreras relacionadas a la minería. El resultado arrojó que solo dos universidades estaban formando ingenieros en minas. “(Pero) Si te ponías a ver el currículum en detalle, notabas que estaban más bien orientada a la exploración y la geología que a las minas, porque era lo que más existía en Ecuador. Desarrollo minero a gran escala no había”, recuerda Iliana Rodríguez, vicepresidente de Recursos Humanos de la minera.
En el caso de los institutos técnicos la situación resultaba incluso más compleja. “Allí encontramos menos, y es que en minería no había nada. Y eso solamente en lo que es la oferta (educativa), porque si te ponías a ver la demanda por estudiar esas carreras, es decir, cuántos estudiantes se estaban graduando de esas carreras, encontrabas que eran muy pocos también; la gente prefería la industria del petróleo”, agrega la ejecutiva de Lundin Gold.
Ese atractivo por el sector petrolero se explica por la relevancia que tiene dicha materia prima en la economía de Ecuador, un país que produce en torno a 500 mil barriles de petróleo diarios y que podría llegar a recibir US$1.000 millones en inversiones petroleras solo en enero de 2018, específicamente por una licitación que desarrolla el gobierno, cifra que contrasta con los US$1.300 millones de inversión extranjera directa en las áreas de exploración y desarrollo de proyectos mineros que se proyectan para el periodo 2017-2021.
Frente a dicho escenario y el hecho que ya tenían definido un cronograma de trabajo, la minera optó por desarrollar su propio plan de capacitación y conformar un trabajo conjunto con el gobierno para empezar a impulsar la creación de estas carreras a nivel público.
Alianza educativa
Un aspecto que influyó en la forma en que Lundin Gold llevó a cabo el proceso de formación de sus trabajadores fue la metodología que definió para desarrollar su proyecto Fruta del Norte.
En 2016 la compañía decidió que implementaría un modelo de trabajo que implicó que toda la construcción la iba a realizar la propia minera, con personal propio, en vez de hacer un EPCM. Iliana Rodríguez comenta que el desarrollo de los túneles fue adjudicado al consorcio SME, compuesto por las empresas Mas Errázuriz y Semaica, “en todo lo demás, la construcción de facilidades, el movimiento de tierra, las oficinas, dormitorios, todo lo que es aledaño a los túneles es nuestro”.
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Esta decisión implicó el desafío de alcanzar los requerimientos de personal que contemplan las labores de construcción, que la minera proyectó entre 1.400 y 1.500 empleados directos para febrero de 2019, cifra que superaría las 2.200 personas considerando a los contratistas.
Con esto en mente, la compañía se enfocó a identificar las capacidades que se van a necesitar en construcción, por ejemplo, soldaduras y electricistas, ante lo cual la minera se orientó a capacitar a las personas de la zona de influencia más cercana al proyecto, a través de la Fundación Lundin. Con este objetivo, se establecieron convenios con la Universidad Técnica Particular de Loja, la cual dispone del Centro de Innovación y Desarrollo para la Industria y Minería (Cima), un ente de capacitación ubicado en Zamora que procura cumplir una labor similar al Centro de Entrenamiento Industrial Minero (Ceim), que se emplaza en la ciudad chilena de Antofagasta.
En ese contexto, el personal de Cima visitó el Ceim y Centro Tecnológico Minero (Cetemin) de Perú, con el fin de conocer la experiencia de ambos países en materia de capacitación en minería.
A ello se sumó una iniciativa orientada a la certificación de competencias, a través del Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional, orientado a personas que pueden poseer las capacidades necesarias para operar en el sector minero, pero no un título.
Experiencia internacional
Según lo proyectado por Lundin Gold, cuando se llegue a la etapa de operación del proyecto Fruta del Norte, entre el tercer trimestre de 2019 y el primer trimestre de 2020, que es cuando se inicie la etapa de comisionamiento y comience la fase estable de operación, la compañía va a requerir aproximadamente 800 empleados estables.
Considerando esta cifra y las exigencias técnicas que conlleva trabajar en una operación minera, Iliana Rodríguez visitó varias minas y analizó las experiencias de formación en Chile, Perú y Canadá, a partir de lo desarrollado por diversos centros técnicos y universidades, con miras a preparar un plan de capacitación en operaciones que fuera acorde a la realidad ecuatoriana, que contemplara por ejemplo un plan de nivelación.
En ese contexto, se elaboró un programa de bachillerato de tres años, con una inversión de US$600 mil, que es parte de una iniciativa mayor que asciende a US$7,5 millones, y que apunta a la formación de operadores mineros y de planta, a través de una metodología que comprende la nivelación educativa y el uso de tecnologías como simuladores, con un modelo que contempla la formación de los trabajadores en teoría y en ambientes simulados, para posteriormente realizarse pasantías en ambientes reales.
Extranjeros y no mineros
Sumado a los programas de formación que Lundin Gold está desarrollando, en el marco del proyecto minero se ha debido recurrir a otros mecanismos para disponer de los trabajadores que requieren las obras.
Iliana Rodríguez relata que “cuando hablas con Mas Errázuriz, ellos traen de Chile los operadores de las maquinarias grandes y la gente que prepara los explosivos. Pero el siguiente nivel es generalmente gente ecuatoriana. Así, han buscado en el país y encontrado personas en sectores industriales y petroleros. Lo mismo nos ha pasado a nosotros. Gente que viene de otras industrias, que no necesariamente tiene una formación minera, pero nosotros todavía no nos encontramos en la etapa de mina, estamos recién iniciando los trabajos mineros, por lo que es una buena oportunidad para hacer un on job training”. Por esto, “trabajadores que viene de otros sectores puede servir perfectamente para nuestra industria”.
A ello se suma el hecho que la minera tiene un contrato de prestación de servicios de reclutamiento con una empresa externa, proceso que desarrollan a nivel nacional e internacional, llegándose a contratar gente de Canadá, Perú y Chile.
Además, la propia Lundin Gold está colaborando en el proceso de reclutamiento que desarrollan sus contratistas, por ejemplo, a través de la entrega de bases de datos y nombres de posibles candidatos.