En 70 años –desde la época de la Segunda Guerra Mundial– el cobalto ha pasado más bien inadvertido frente a una industria del cobre fuerte y a un litio cada vez más potente. Pero hoy parece comenzar una nueva era para el Co. El auge de la electromovilidad está impulsando la exploración y extracción de este mineral, toda vez que su uso en cátodo de baterías permite alargar la vida útil de las recargables, despertando el interés de actores mineros.

“Se puede estimar en forma preliminar que el potencial de producción de cobalto de Chile podría llegar a alrededor de 25.000 toneladas anuales de cobalto equivalente, frente a un total mundial de 176.600 ton hacia 2020”, destaca el director de la consultora The Market Pulse, José Meli.

Uso del cobalto

Recién a partir de 2010, gracias a la investigación desarrollada por la industria japonesa vinculada a la tecnología para almacenar energía, se extendió el uso de cobalto como un componente clave en la fabricación de cátodos de baterías litio.

Hasta ese año el consumo mundial de cobalto utilizado en aleaciones de aceros especiales para la fabricación de motores y turbinas para la industria aeroespacial llegaba a alrededor de 55.000 ton anuales. “Pero el cambio generado en la demanda (producto de las baterías) elevó el consumo global a 136.000 ton al año en 2017”, sostiene Meli.

Explica que inicialmente las baterías de iones de litio que no utilizaban cátodos de cobalto producían sobrecalentamiento, con riesgo de incendio, mientras que al incluir Co “se evita que los iones de litio formen dendritas, previniendo el calentamiento”. Ello, gracias a su resistencia a altas temperaturas.

Esta cualidad ha generado un aumento en la demanda de Co, derivando en que aproximadamente un 52% de la producción mundial de este mineral se destine a baterías de ión litio.

Producción y yacimientos con potencial

“Se estima que el 60% de las reservas mundiales de cobalto se encuentra en territorio de la República Democrática del Congo”, detalla José Meli.

La explotación de los depósitos de cobre-cobalto del Cinturón de cobre de África Central, sumada a la de los depósitos de laterita de níquel –como los de Australia y Nueva Caledonia– y de los depósitos magmáticos de sulfuro de níquel –como Sudbury en Canadá y Norilsk en Siberia– constituyen el 94% de la producción mundial de cobalto, indica, dominada por empresas chinas, además de Glencore, Vale y Gecamines.

En el plano local, de acuerdo al informe “Recursos minerales de cobalto en Chile, potencial minero y de exploración”, encargado por Corfo y Sernageomin, existen yacimientos del tipo Iron Oxide Copper Gold (IOCG) y Iron Ore Apatite (IOA) en la Cordillera de la Costa de las regiones de Atacama y Coquimbo, que pueden presentar buen potencial para la recuperación de cobalto como subproducto de la minería del hierro y/o cobre. Específicamente en el sector de San Juan en la Región de Atacama y en el sector Tambillos en la Región de Coquimbo (aunque también habría en el sector El Volcán en el Cajón del Maipo, Región Metropolitana).

Es conocido el contenido de cobalto en los relaves del yacimiento Romeral de CAP Minería, así como en ciertos sectores del proyecto Dominga.

En la zona cobaltera de San Juan, el fondo de inversiones Genlith, a través de su filial local Chilean Cobalt Corporation, tiene en carpeta un proyecto que comenzaría a producir en 2022. Con una inversión preliminar de US$100 millones, deberá desarrollar exploraciones y un proceso metalúrgico para el procesamiento del mineral.

Por su parte, y con el propósito de establecer vías de colaboración conjunta para desarrollar estudios y proyectos, la Empresa Nacional de Minería (Enami) firmó un memorándum de entendimiento con Chilean Cobalt Corporation, que permitirá focalizar esfuerzos en la definición de un proyecto de tratamiento de minerales con contenido de cobalto, en poderes de compra de minerales de la estatal.

Mercado y precio del metal

En relación con el mercado del cobalto, el director de The Market Pulse sostiene que es difícil determinar exactamente cuánto aumentará la demanda en los próximos años, “pero tomando en cuenta la opinión de analistas de diferentes entidades asesoras, tales como CRU, Antaike, Roskill, Macquaire Research, BMI Research, Darton Commodities y otros especialistas, hemos contrastado la información para proyectar una estimación de un aumento de 20% hacia 2020, desde las actuales 147.000 toneladas anuales hasta 176.600 ton (a nivel mundial)”. Puntualiza, además, que la porción de demanda del cobalto en baterías cambiaría del actual 49% a 62% en el mismo periodo.

Sobre la cotización del mineral, Meli explica este negocio es de pocos actores y que la fijación del precio no es simple, porque existen diferentes tipos de cobalto y unos pocos productores controlan aproximadamente el 90% del suministro.

Acota que el mejor indicador está dado por el precio del cobalto equivalente, de 99,30% de pureza, entregado por la Bolsa de Metales de Londres. “Todo parece indicar que el mercado está avanzando para estabilizar un precio alrededor de los US$100.000/ton”, comenta.

El cobalto en el mercado financiero   

Respecto del interés por el mineral en el mercado financiero, José Meli hace ver que “durante la última década el cobalto había pasado inadvertido hasta que el año pasado despertó el interés del mundo financiero”. Es así como en el mercado se están observando fuertes posiciones especulativas, como recientes compras masivas de grandes fondos, dice.

“Desde principios de 2017, al menos 10.000 toneladas se han almacenado en fondos de inversión.   Los inversionistas están comprando cobalto físico en previsión de una posible escasez del metal, por las perspectivas de que haya un boom del auto eléctrico”, indica.