Cifras de la minería continúan mejorando, pero industria mantiene cautela para invertir
Informe de PwC destaca que la rentabilidad de la minería mejoró en todos los frentes, pero que los márgenes son aún muy bajos como para incentivar nuevos desarrollos.
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Este año seguirá consolidándose la recuperación de la industria minera, según se desprende del estudio “Mine 2018: Tempting Times” de PwC. De acuerdo con la consultora, en 2017 los ingresos de las compañías mineras Top 40 subieron 23% hasta US$600.000 millones, estimándose que en 2018 estos llegarían a US$642.000 millones (7% más). El Ebitda (ganancias antes de impuestos, depreciación y amortización) creció 38% hasta US$146.000 millones el ejercicio pasado, previéndose que el presente año alcanzará a US$161.000 millones, lo que significaría un alza de 10%.
Esto, sobre la base una muestra de las principales 40 empresas mineras del mundo, listadas en bolsa (lo que excluye a Codelco).
La capitalización bursátil de este grupo subió 30% en 2017, de US$714.000 millones a US$926.000 millones. Paralelamente, los retornos de los accionistas casi se duplicaron, pasando de US$16.000 millones en 2016 a US$36.000 millones al año siguiente. Y a partir de los niveles actuales de rendimiento, es probable que los dividendos alcancen cifras récord en 2018.
¿Qué pasa con la inversión?
A pesar de estas positivas cifras, la industria –y sus accionistas– sigue manteniendo cautela respecto de la inversión.
El informe de PwC destaca que la rentabilidad de la minería mejoró en todos los frentes, pero que los márgenes son aún muy bajos como para incentivar nuevos desarrollos. Si bien la proyección de 25% para el margen Ebitda en 2018 “se acerca a los niveles requeridos para hacer sostenible a una industria intensiva en capital como la minería” –indica el estudio–, el socio líder de PwC en Chile, Colin Becker, hizo ver que ese porcentaje aún no es suficiente para retomar la inversión.
En esa línea, Diego Hernández, presidente de Sonami –quien comentó los resultados del informe– planteó que “las empresas mineras están optimistas, pero con mucha cautela”, en particular para embarcarse en inversiones de largo plazo.
Al respecto, el académico UC Gustavo Lagos –también presente en la conferencia– opinó que la inversión greenfield no se ve auspiciosa en el corto plazo y que, en relación con el precio del cobre, su mirada hace un año “era más positiva que la de hoy”. Recordó que había proyectado una cotización de US$4/lb para 2018, pero que debido principalmente a la “guerra comercial” entre Estados Unidos y China, ha aumentado la incertidumbre. “Tenemos un techo de precio de US$3,10-3,20”, dijo, puntualizando que, de mantenerse este escenario, la inversión seguirá baja y entonces el ciclo de expansión se postergaría.
En tanto, Joaquín Villarino, presidente del Consejo Minero, puso énfasis en los requerimientos que hoy enfrentan los proyectos mineros para su desarrollo, que conforman un panorama distinto al de hace unos años y que se relacionan con la participación que demandan las comunidades y las exigencias medioambientales, entre otros factores.
En representación del Gobierno, el subsecretario de Minería, Pablo Terrazas, destacó las iniciativas que están promoviendo para apuntalar la inversión minera, como la modernización del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, lo cual involucraría eliminar la figura del Comité de Ministros de las instancias que componen el proceso.
Tres tendencias evidentes
Según el estudio de PwC, hay tres claras tendencias en la industria minera que se evidenciaron en 2017:
-Las compañías están buscando optimizar su portafolio de activos, despojándose de aquellos que no forman parte de su core business.
-Las empresas están apuntando a aumentar su participación en minas en operación donde ya tienen propiedad.
-Las grandes compañías se están asociando con otras mineras de su tamaño o medianas, con el fin de aprovechar la infraestructura, identificar sinergias y/o acceder a financiamiento.
Otros indicadores
Entre los indicadores presentados en el estudio de PwC, se destacó el aumento de 5% que tuvieron los costos laborales de las compañías mineras, así como el hecho de que el 27% de los nuevos nombramientos en directorios correspondió a mujeres, mientras la participación femenina en las mesas directivas de las grandes empresas creció al 19%.
Vea aquí el estudio completo.