Proyecto minero de AMSA en EE.UU. podría enfrentar nuevo contratiempo
Firmas locales demandaron al Departamento del Interior por renovación de permisos.
(El Mercurio) A un nuevo contratiempo podría verse enfrentado el proyecto Twin Metals de Antofagasta Minerals -brazo minero del grupo Luksic-, en Minnesota, Estados Unidos. Esta es la iniciativa más importante de esta empresa fuera de Chile.
Nueve firmas locales presentaron una demanda en contra del Departamento del Interior de ese país, tras la decisión de renovar las licencias mineras del proyecto, etapa fundamental para el desarrollo del yacimiento, y que se produjo a comienzos de mayo.
El proceso revirtió una medida adoptada por la administración de Barack Obama durante sus últimos días de gestión.
Según alegaron los demandantes ante una corte de Washington, el órgano estatal se habría excedido en sus facultades al restituir las licencias a Twin Metals. Agregan que el desarrollo minero de esta área podría contaminar el área silvestre que se encuentra contigua a la faena.
La semana pasada, el propio Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había visitado Minnesota, ocasión en la que reiteró su apoyo al desarrollo de proyectos mineros en ese estado, y especialmente en el sector donde se encuentra la iniciativa de Antofagasta Minerals.
En esa ocasión, Trump prometió abrir grandes franjas de territorio para el desarrollo de la minería en uno de los parques silvestres más importantes de ese país.
Por parte de la administración del proyecto, aseguraron que se encuentran revisando el requerimiento presentado en contra de la autoridad y señalaron que “Twin Metals cree firmemente que no existe una base para que un tribunal altere el restablecimiento de los arrendamientos, y tomará las medidas apropiadas para defender las acciones del gobierno”.
El proyecto considera un inversión superior a los US$ 1.100 millones para procesar unas 20.000 toneladas de mineral por día, de manera subterránea. La planificación actual contempla presentar el diseño final en unos 18 meses, a fines de 2019, proceso que debe pasar por una aprobación estatal y otra federal.
Con todo, de no prosperar el proceso judicial, las estimaciones que maneja la compañía son que la faena pueda ver la luz recién en unos ocho años.